Allí dónde encontré seres vivos, encontré voluntad de poder.
Esta frase de Nietzsche expresa lo que es el verdadero poder. Es la fuerza intrínseca de la naturaleza para perpetuarse y existir.
El poder no es algo que se otorga, no es algo que se da desde fuera. Nace de dentro, desde el primer impulso de respirar. Es una fuerza vital y como tal nos impulsa a ser más dentro de nosotros mismos.
Esta voluntad de poder de la que nos habla Nietzsche no necesita de reconocimientos, dinero o dones otorgados. La podemos ver en las circunstancias más difíciles, la vemos en las personas que no se rinden ante las dificultades. No es querer el poder y necesitar un reconocimiento externo, no es perpetuarse en un cargo o una silla. El poder no se gana, se tiene como se tiene la sangre en las venas. Y aquellos en los que la voluntad de poder vive y late es gente por naturaleza buena y generosa porque no necesitan nada para sentirse fuertes, simplemente lo son.