Carlos Saura
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Solo sé que no se nada.
Pero hay cosas, circunstancias, personas que me emocionan. Y lo que más me emociona es la lealtad al propio desconocimiento de la singularidad. Sócrates jamás pensó en ser reconocido. Murió como había vivido, creído. Murió sin un tributo y eso le hizo grande.
No le importó si su legado quedaría, si hasta le venía grande… Eso me ha pasado a mi con muchas de las películas que he visto
Las mejores no me han dicho nada y las más sencillas me han conmovido. Es el público el que habla, las paredes hablan. Hablan desde un dibujo en la pared de una habitación de un niño de dos años, hasta escritos que leemos en los muros.
Las paredes hablan… escuchemos su lenguaje