Diógenes.
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Estas fueron las palabras que pronunció Diógenes de Sínope, apodado el cínico a Alejandro Magno. En una Atenas devastada por la corrupción y la lucha de poderes se erigió la gran figura de Diógenes como símbolo de serenidad. No me quites lo que me pertenece, no me tapes el sol.
Muchas veces los que ostentan el poder indebidamente pretenden engañarnos para que les pidamos cosas. Un trabajo mejor, una vida mejor, unas vacaciones mejores… pero nada es gratis en ninguna sociedad. Es una manera de tenerte a su merced. Cuando sientes que debes algo a alguien. Y la solución es muy sencilla. No me tapes el sol y vete por donde has venido porque la dignidad no está en venta.